La Agencia Tributaria ha anunciado que en 2025 reforzará su vigilancia sobre aquellos contribuyentes cuyo nivel de vida no se corresponda con los ingresos y patrimonio que han declarado. Esta medida forma parte de las nuevas directrices del Plan de Control Tributario, con el que Hacienda busca reducir el fraude fiscal y mejorar la transparencia económica.
¿A quién afecta esta nueva estrategia de control?
El foco de Hacienda estará puesto en personas físicas que presentan un alto nivel de gasto y posesiones, pero cuyos ingresos declarados no justifican dicho estilo de vida. Se prestará especial atención a aquellos que utilizan sociedades interpuestas para desviar gastos personales, simular alquileres, encubrir rentas mediante préstamos ficticios o declarar inversiones fraudulentas.
Los sectores donde más se han detectado estas prácticas incluyen:
- Empresarios y profesionales con ingresos en efectivo no declarados.
- Personas que simulan actividades económicas para emitir facturas falsas.
- Inversores que usan estructuras societarias para eludir impuestos.
- Usuarios de criptomonedas que no declaran sus operaciones correctamente.
Herramientas y métodos de detección
Para identificar discrepancias, la Agencia Tributaria utilizará un análisis exhaustivo de los bienes y el consumo de los contribuyentes. Algunas de las herramientas empleadas serán:
- Análisis de grandes compras: adquisición de inmuebles, vehículos de lujo, embarcaciones o relojes de alto valor.
- Cotejo de datos financieros: información bancaria, pagos con tarjeta y transferencias internacionales.
- Uso de inteligencia artificial: patrones de gasto incompatibles con los ingresos declarados.
- Cruzamiento de información con terceros: datos obtenidos de inmobiliarias, concesionarios y entidades financieras.
Sectores con mayor vigilancia
Además del análisis de patrimonios individuales, Hacienda intensificará la inspección en áreas donde existe un alto riesgo de fraude:
- Comercio electrónico: vendedores que operan sin declarar sus ingresos.
- Alquiler turístico: identificación de propietarios que omiten ingresos.
- Uso de efectivo: negocios con bajos ingresos declarados en relación con su actividad real.
- Criptomonedas y neobancos: operaciones sin justificar y evasión de impuestos.
Consecuencias de la detección de fraude fiscal
Los contribuyentes que sean identificados con una discrepancia entre su nivel de vida y sus ingresos declarados se enfrentarán a inspecciones exhaustivas que podrían derivar en:
- Requerimientos para justificar ingresos y patrimonio.
- Liquidaciones complementarias con sanciones económicas.
- Penalizaciones que pueden incluir multas de hasta el 150% de la cuota defraudada.
- Procedimientos penales en casos de fraude superior a 120.000 euros.
Cómo actuar ante una inspección de Hacienda
Si un contribuyente es objeto de una inspección fiscal, es fundamental actuar con transparencia y contar con el asesoramiento de expertos en derecho tributario. En este contexto, el equipo de Valero Bielsa Abogados ofrece asesoramiento especializado para empresas y particulares, garantizando una defensa efectiva ante cualquier requerimiento de la Agencia Tributaria.
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